El tenedor se entierra en el cuerpo pálido y blando.
Pulpa dulce y fría.
Resbala por mis labios y se introduce suavemente a mi boca.
La lengua lo reconoce,
comienza a desintegrarlo
en aquel oscuro universo de astros que mutilan formas
y desgarran piel vegetal,
verde
y arcoiris.
1 comentarios:
Muy lindo.
Hace tiempo que no se la veía por aquí, señorita.
Como es usual, un gusto.
Post a Comment