Y me voy a acercar....

Me has enseñado....un día....un segundo.
Hay algo que nunca soporté demasiado: los gritos.
No entiendo esa necesidad de hablar en voz alta, pero esforzándote por arrinconar de cierto modo al otro. De qué se tratará? Conversar en voz alta duele en la mayoría de los casos.... y llega a traumar.... Cuántas veces se soporta? Es como escupir palabras. Eso lo supe un 27 de abril, después de haber desfilado por el día de "la paz verde". Cuando llegábamos a casa mi hermano, mi mamá y yo; mi papá estaba afuera, de brazos cruzados y con la puerta de la casa abierta hasta atrás. Nos miró, entró trás nosotros y entonces en la mesa de centro ví tres papeles, tres cartas, en una leí en letra desconocida, pero claramente. "...Quiero estar contigo, te voy a apoyar, al pricipio no querrán, pero Carolina crecerá y lo entenderá..." Era del tipo que mi mamá decía amar. Giré y ella estaba ahí, asustada. Entonces mi pa GRITÓ - Quiero que tomis tus ...(piiiiiiiiiit)....y te vayai de aqui!!!

Fue como cuando te rasmillas alguna parte del cuerpo y no te das cuenta...después en algún momento te percatas e intentas encontar la justificación.... te preguntas ese tipo de tonteras.
"Donde estuve todo ese tiempo?"

y en algún lugar del tiempo está la maldita respuesta....
"encubriédo a mi mamá... Y cuándo me di cuenta?"
"Cuando el daño en mi misma ya estaba hecho....entonces decidí ser niña hasta más no poder".


No aguanto los gritos. O sea, los soporto... pero no sirven cuando quieres que te escuchen.