Lo que pasó con Zinedine Zidane se convertirá en la postal más recordada de este mundial de fútbol, la más polémica, la más incomprensible, la más comentada, incluso más que el triunfo de los tanos. ¿Pero cómo se comprende lo que hizo el mejor jugador del mundial? Comentarios a medias no sirven de nada, una mirada detallada abre un poco más los ojos. -Casi dos horas de esfuerzo físico.
- Cansancio tanto corporal como psicológico, y la consecuente irritabilidad.
- Frustración tras dos horas de juego y el fracaso de sus expectativas ante un plan de juego que a esas aturas debería haber rendido sus frutos.
- Frustración por el gol inatajable que atajó Buffon.
- Sensación de incontrolabilidad e impotencia, que alimenta aún más la frustración y la desesperación.
- Nerviosismo ante la inminente definición a penales.
- La presión del medio y la responsabilidad de ser el puntal de una selección que generaba demasiadas expectativas en toda Francia.
- Este era el último partido de su historia (dato que rompe la contra hipótesis que apela a su experiencia y categoría).
- Su condición de figura deportiva, que le entrega cierta condición de intocable.
- ¿Su perfil de personalidad, su historial de conductas impulsivas, su tolerancia a la frustración? Todos datos no consignados y que son muy importantes.
- Y por último, un estímulo externo aún no descifrado por los medios, como es el insulto del defensa italiano. Y a esto debemos sumar los encontrones entre estos dos jugadores a lo largo del partido (que tampoco ha sido considerado por los entendidos).
2 comentarios:
yo no eliminé el comentario...
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