CuEnTo PaRa DoRmiR...

El horror invadió el lugar. No podía creer lo que estaba pasando. Ella levantó la cabeza y sólo supo sonreír.
Quizás esta es la mejor manera de terminar todo... de que esto acabe de raíz- dijo mientras un ultimo suspiro la llevó al suelo.
Pero levántate!!.. grita aunque sea!!... por favor no te vallas- dijo gritando a la vez que intentaba levantarla del suelo.
Su brazo estaba destruido. Los tendones estaban completamente recogidos y la alfombra del baño había perdido su clásico todo gris.
Las palabras sobraban y la angustia no dejaba hacer las cosas bien. En un par de segundos ella quedó cubierta de sangre y su amiga se desvanecía en el suelo.
Llamó a la ambulancia y el maldito tiempo no avanzaba.
Recordó esos programas de antaño en los que enseñaban primeros auxilios y maldijo a los productores que nunca crearon un caso hipotético de suicidio. Sus escasos conocimientos de medicina le decían que el asunto era grave. Su amiga había perdido mucha sangre y aún no reaccionaba del todo.
Llegó la ambulancia y sintió un pequeño alivio. Pronto estaría mejor y su amiga igual.
La ambulancia se fue y ella quedó en casa. Pensó en las razones que tuvo para hacer algo así... sintió que era su culpa. Sintió que la dejó sola. Sintió que su vida estaba llega de egoísmo. Un sentimiento extraño se apoderó de ella. Sintió que solo había una solución. Recordó que todos los fines de semana, su padre y el padre de su amiga, salían a cazar. Fue al dormitorio de su padre y saco la escopeta.
Nunca se sintió más segura.
Todas las respuestas estaban en una sola acción.
Nadie estaba para detenerla.
Solo fue cuestión de tiempo.
Tomo el arma y sintió paz...